En muchas oportunidades los niños y niñas no han aprendido como hacer frente a los riesgos y desafíos que los rodea. Para disminuir la violencia en las escuelas y las comunidades resulta indispensable dar a los niños y adolescentes los conocimientos y aptitudes necesarios para hacer frente y resolver las situaciones de riesgo y los desafíos sin apelar a la violencia, así como a buscar el apoyo requerido cuando se susciten situaciones de violencia.